jueves, 24 de septiembre de 2009

Toco un trocito de felicidad con la punta de mis dedos

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El dónde pierde importancia

cuando el quienes es la palabra más bella.


Me siento como una niña con zapatos nuevos. En breve voy a abrazar entre manteles, besos, copas, risas, emoción y lágrimas de alegría a personas con quienes comparto cada uno de mis días desde hace ya mucho tiempo.

El cariño se gestó y fue creciendo alrededor de palabras, chistes y risas que no trascienden más de lo momentáneo y sin embargo cobran tintes que, mezclados en la paleta de la amistad, dibujan muchos ratitos de nuestra existencia, momentos que rompen nuestra monotonía diaria y nos unen en una especie de simbiosis difícil de explicar.

Por fin vamos a reunirnos India, Lokita y Jardinera. La cita, justo dentro de un mes.

Iré tachando los días en mi calendario, creciendo mi sonrisa al tiempo que termina septiembre y avanza octubre.


Franc, no me olvido de ti, mi niño lindo, pero es que el trío la-la-la es "pucherico aparte" que se dice en mi pueblo. Tú, precisamente, eres quien me ha inspirado escribir estas líneas. Lo sabes bien. Un besazo muy grande para ti.


Y para las cuchis, morreos, y achuchones,



Música: Think de Aretha Franklin. (No podía ser otra canción cuchi-cuchis. Cierro los ojos y os imagino avanzando por el pasillo de un bar al ritmo de esta maravillosa canción, fundiéndonos en abrazos saltarines, bailando, riendo sin parar mientras esta loca de Areta no para de gritarnos freedom, Lokita moviendo sus caderas, India con esos ojazos entrando a matar,yo disfrutando de la estampa(espera que se ha acabado la canción, que la pongo otra vez) sin parar de bailar, el mundo quedándose pequeño mientras nosotras crecemos en un triángulo con mucha fuerza, y la múscia subiendo, mientras las coristas de Aretha no paran de cantarnos que sigamos, think, think, think, let your mind go, let yourself go free...)

Imagen: Mari Paz Silva

Semilla para abonar: La felicidad engorda. No puedo abrocharme el pantalón. ¡Y qué! (Yo misma :))

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viernes, 18 de septiembre de 2009

Llueve...

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Hace un rato, mientras hacía la cena, veía la serie “Cuéntame”.


Me ha retrotraído a mi infancia, a las colas que hacíamos en casa para ir al lavabo. Era horrible que mi hermana nos pillara la delantera, pues era una gran aficionada a la prensa del corazón y, si la pillabas con revista recién comprada, podías acabar con los mayores retortijones de tripas, amén de otras cosas que prefiero no mencionar.
Recuerdo lo difícil que era despertarse en mi casa, sacar un pie de la cama y sentir cómo se congelaba al instante. Es ahora mi hijo quien me cuenta entre risas las anécdotas que le narra su padre sobre la primera noche que pasó en mi casa y de cómo amaneció agotado de soportar las tres mantas que le durmieron de puro peso.
Todavía siento el ahogo que me invadían las primeras noches que pasé fuera de mi casa cuando empecé la universidad, la calefacción desmedida, la falta de hábito al calor. Recuerdo el olor de esa primera casa cen la que viví con radiadores a punto de explotar, lo insoportable de su encierro.
Me produce una sensación de relax el rememorar las mañanas en las que me vestía en la cocina frente a una estufa que calentaba previamente mi ropa interior para no sentirla como mojada, mientras el olor a tostadas recién hechas era el punto de reunión de mis cinco hermanos en el que nos disputábamos la nata que regalaba la leche de vaca hervida.
Ahora llueve afuera pero no es la misma clase de lluvia que la de entonces. Me chiflaba pasar por debajo de los alerones y chupirme antes de entrar al cole, meterme en los charcos de lluvia y que el agua se colase dentro de mis katiuskas mientras parecía caerme dentro del cielo reflejado.
Ahora ya no llega ninguna niña a clase con el pelo recién lavado y sus puntas como chupones descongelándose encima del pupitre mientras dibujan un corazón que se diluye con el deshielo de su cabello.
Es el cambio climático. Es el confort. No sé si sabría volver atrás, pero cuando miro allí, me gusta. Y mucho.




Y sigue lloviendo...

(Gracias a mis papis por haberme dado lo que soy)



miércoles, 16 de septiembre de 2009

Me tienes, lokita

No hay nada que me haga más ilusión, que lo inesperado.


Deshojar flores nunca ha sido lo mío, pero recibir este deshoje tan lindo me ha llevado a las teclas para decirte que, sin saberte, te quiero.

Me tienes loquita, Lokita mía.






Música: Loca de Luz Casal

Imagen: Regalo de mi Lokita

Semilla para abonar: Riega con amor y andarás entre jardines (La jardinera de risas)


martes, 8 de septiembre de 2009

Contigo

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Mi mayor deseo. Contigo.





Siempre que escucho Lullaby, me remito a montañas veladas por nieve, deslizándome sin caerme por primera vez desde la cumbre más alta hasta sus pies con esta canción como única compañía y al abrigo del intenso frío del día. Siempre que la escucho, paradógicamente sólo oigo el ruído de la nieve al romperse bajo mis esquíes y sólo siento el viento cortándome la cara y rompiendo el miedo que albergaba dentro de mis huesos.

Y es que aprendí a esquiar cuando mi cuerpo ya distaba un metro ochenta del suelo. Incluídas las botas.



Música: Lullaby de The Cure


Imagen: Ni idea. La tenía en mi PC desde tiempos inmemoriables, aquellos en los que no me dedicaba a apuntar la autoría de las fotos y dibujos.


Semilla para abonar 1: Siempre se ha creído que existe algo que se llama destino, pero siempre se ha creído también que hay otra cosa que se llama albedrío. Lo que califica al hombre es el equilibrio de esa contradicción. (Gilbert Keith Chesterton)

Semilla para abonar 2: El equilibrio de lo imperfecto es lo que hace a este universo perfecto (Anónimo)