jueves, 25 de noviembre de 2010

balloon



You are my balloon
when I turn the corner





Hoy he cantado en la ducha
y no he necesitado azúcar en el café

Tu sonrisa se empeñó esta madrugada
en dormir pegada a mi cintura

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martes, 23 de noviembre de 2010

floja


donde nos llevó la imaginación,
donde con los ojos cerrados
se divisan infinitos campos
donde se creó la primera luz
junto a la semilla de cielo azul
volveré a ese lugar donde nací




Conducir me hipnotiza. Ya lo he escrito en otras ocasiones. Y mientras lo hacía ayer noche, una fila de luces rojas y destellantes paralela a otra idéntica pero de color blanco, me transportaban a ti, como en una pasarela, directa al recuerdo de tu calor.
En esas tú ibas sentado en un tren camino de Madrid y yo en dirección contrario viajaba hacia mi casa mientras mi corazón se empecinaba en rodar al revés.
Sólo hago que sentir contrariedades, andar bocabajo, desear lo opuesto; no me conformo con lo que tengo, pero cuando pienso en abandonarme a la suerte, se me encogen las tripas, mi corazón se estrangula y lo único que pienso es que no sé qué pensar. Y pienso que me gustaría no pensar.
Hay días en que la vida pasa como un avión en el cielo, parece que tenga que dejar estela, pero al final, ni rastro. Y no son ni un día ni dos. Últimamente son muchos. Pero la vida no deja de pasar. Y con ella, mis días y mi suerte, mis años y mis canas. Y siento no estar viviendo mi vida, sino la del mundo que me rodea. Me siento cautiva de una vida que no me pertenece. Quiero gritar, y ni eso puedo hacer. Porque no sé ni qué quiero gritar. Porque lo que vivo no siempre me gusta, pero lo que no vivo, si tú no estás allí, tampoco lo quiero.
Y mientras ayer conducía, Antonio Vega se empeñaba en hacerme el trayecto más triste, agrandar la distancia entre Huesca y Madrid.

Ahora que tú estás

deseo Madrid contigo

y cuando puedo tener Madrid

es imposible que tú estés allí






jueves, 18 de noviembre de 2010

pizarr


Es placer
cerrar los ojos
y soñarte.


El mundo es un lienzo impresionista de colores variopintos en el que unos resaltan por el ímpetu de sus tonos y otros, aun con afán de pasar desapercibidos, nos deleitan con su hermosura.

Ocurre lo mismo contigo. Es tu estilo. El de la voz queda, la desnudez de artificio, sólo tu alma cabalgando a caballo de tus palabras, como amazona de la dulzura.

Me atrapas en tus textos y me vacías de emociones. Jamás te leo impasible y puedo danzar en las olas de tus añoranzas, conmoverme con la sutileza de tus quereres, soñar en el recuerdo de tus vivencias.

Cuando te leo me coloco a tu lado, compartiendo el mismo almohadón que nos reconforta, mientras tú hablas y yo escucho tus letras.

Nos hemos acercado poco a poco y, sin tenernos, te he sentido, te he puesto voz y he dibujado la delicadeza de tu rostro. Y lejos de equivocarme, el sonido de tus palabras ha sido el que yo había inventado brotando de tus labios.

Nunca estuviste lejos, pero hoy te siento de mí.

Y es placer imaginarte rondando en el pasillo de tu casa localizando aquella factura de los poemas prohibidos que compraste cuando, comprar esa literatura, era pecado y motivo de tortura. Te imagino recibiendo en casa hace treinta años ese paquete desde Argentina cuyo contenido rezaba Historia de la Filosofía y esbozando sonrisa de placer por romper el lacre y sentir en tus manos la obra completa de Miguel Hernández. Te imagino abonando su precio de tres mil, de trescientas en trescientas pesetas cada mes, como pagarés de cultura y admiración.

Y ese poso es el que te confiere, el que te bautiza, el que dice que tu nombre es solo tuyo, Pizarr, y te identifica con la poesía de la vida, con el canto a la sencillez, con caminar de puntillas, pero dejando huellas que saben abrazar.

sábado, 6 de noviembre de 2010

ternura y publicidad


No suelo abrir apenas correos con archivos de audio y demás tonteriíllas, pero el título de éste me llamó la atención. Así que la curiosidad me llevó a él y, ¡vaya sorpresa! Tan grata, que he decidido compartirlo con vosotros. ¡Hay tanta ternura...!

Dale al play, no lo dudes. Te va a encantar.

Es mi regalito de finde.

A pasarlo bien, mi gente. Mua,