miércoles, 29 de septiembre de 2010

cuarenta y siete




Un año más. Y también uno menos
y según cómo va el día, uno bella, y otro bestia.



Igual reflejo canas, que el espejo me invita a zagala
sonrío a la arruga y el dolor me paraliza.



Mi reino por mis ovarios sanos y mis glándulas blandas,
por espantar a galenos y tenerlos bien lejos.



Me hace feliz lo pequeño y el amor grande
la sonrisa de mi hijo y el brillo de tus ojos.



Soy adolescente en la entrega,

joven en la juerga

y niña en la escuela.



Deseo más vueltas de tuerca y llegar de nuevo a este día
no añoro el otoño y me pirro por soplarlo en septiembre.



Siento mariposas en la tripa,

emoción ante tu encuentro

y deseo en nuestro lecho.



Todavía novata en emociones,

aprendiza con personas

y ducha en casi nada.



Sueño con conocer lugares,

conectar con gentes

sembrar amistades

y saberme íntegra



Lloro en el cine, río en el súper
bailo en el coche, ando en patines

soy cuentacuentos y no pinto nada.




Visto minifalda y aún estrecho mi talle,
y mis muslos se empeñan en burlar
las velas que hoy se funden.







Y ahora cierro los ojos y mi deseo es soplarlas muchos años, en cuerpo y mente sana.






¡Y sólo van cuarentaisiete!




lunes, 27 de septiembre de 2010

breve realidad de la tortilla tropical




Es gracioso. Nos reunimos las amigas para celebrar la fiesta de cumpleaños de dos de ellas y una de las homenajeadas nos regala esta pequeña misiva un momentito antes de marchar.

Y yo me emociono al oirla. Y al llegar a casa deseo volver a escucharla. Y no se me ocurre mejor idea que pedírsela para poderla colgar en mi blog y que la disfrutéis, porque no hay mejor resumen de la celebración, que lo que vais a leer a continuación.


Gracias mi querida A. Tienes arte en las manos para todo. Y en el corazón también. Gracias por este regalito. Te beso.


(Me ha pedido por favor que no mencione su nombre. Y yo le respeto. Pero el texto es suyo. Lo repito.)





BREVE REALIDAD DE LA TORTILLA TROPICAL


Me sale de las tripas, me sale de las cebollas, contundencia de las palabras
patateras, proposiciones deshonestas del aguacate a la piña que pierde aceite por sus jugos tropicales, ¡no me toques los huevos, que quieren conjugar esta mélange!


¡Y digo yo! ¡Qué bien! Una reunión tortillera de ovarios con sus reglas, su caos hormonal, sus neuras, sus acordes y desacordes, sus efímeros episodios de felicidad, el sexo, el amor, sus sentadas en el sofá paralizadas frente a un tarro de helado de chocolate y cookies como en las pelis americanas, sus contradicciones, dudas, confusiones y monstruos particulares…


Pero es curioso, de entre todo este desconcierto surge de repente un hilo de seda que une este tutti frutti y hace que seamos lo que somos y que de alguna forma acabemos encontrando el orden y la armonía. Sólo entonces podemos disfrutar del alba, del atardecer, del ruido del agua, de la textura del pelo de tu conejo y de tu gato, del aire que refresca la piel de tus tetas y las ideas, de lo buenas que estaban las croquetas que hacía tu madre o el pan frito que hacía la abuela con azúcar, pero, y sobre todo, como dice Martín Gayte en el título de su libro, te das cuenta de que:

“Lo raro es vivir”.


(Tendríais que haberle escuchado a ella, con esa cadencia de su voz, con lo pizpireta de sus miradas, y su intención, cómo leyó de bien este texto, resumen de cualquiera de nuestras citas)



miércoles, 8 de septiembre de 2010

números redondos


¡¡Vaya par de dos!!


Decía un amigo el otro día que uno más uno, no siempre daba como resultado dos, y estoy de acuerdo con él, pues dos más dos, tampoco dan siempre cuatro.


Sin embargo si multiplicamos cinco por cuatro, nos puede dar fácilmente veinte que, al dividirlo por diez, obtendremos el fantástico número dos.


Ya hemos comenzado el curso... ¡la de mates que van a aprender mis peques!